Ni objetivos claros ni mando unificado. Demasiados líderes políticos con ideas propias, ansias de notoriedad y falta de coraje para llegar hasta donde están deseando llegar: el derrocamiento de Muamar Khadafi y su régimen. Ni siquiera han sido capaces de ponerse de acuerdo en el nombre de la operación. Para los estadounidenses se llama Amanecer de la Odisea. Los franceses la bautizaron con un viento del desierto. Los británicos, Ellamy. Los canadienses ni se molestaron en cambiarle el suyo tras la evacuación de sus nacionales. Es un síntoma de la precipitación con la que Occidente se ha lanzado a bombardear Libia. El primero, Odyssey Dawn en inglés, es tan poco periodístico que carece de resonancia publicitaria, algo esencial en estos tiempos. Además de plano, es pretencioso: proyecta desdén hacia el enemigo y un cierto complejo de superioridad cultural que está por demostrar. Los únicos que tienen una buena excusa son los británicos, el suyo lo eligió un ordenador.
Al carecer el objetivos públicos definidos se evitan los fracasos militares. Si no sabemos adónde vamos, nadie nos pedirá explicaciones por no llegar. En esta fase lo más importante, además de destruir los radares y las defensas antiaéreas de Khadafi, es simular que se hace algo para proteger civiles. Que mentira Dios!!!!! solo quieren su petróleo como en Irak. Simular. Esa es la ideología reinante. Los últimos 50 años están repletos de decisiones falsas para las que no hubo ni hay medios y voluntad de aplicarlas.
Bosnia-Herzegovina es el ejemplo más sobresaliente. Nadie intervino en marzo de 1992, en la víspera. Cuando el peligro de guerra era evidente. Nadie intervino durante 44 meses para salvar civiles. Murieron más de 100.000 personas y más de dos millones fueron expulsadas de sus casas. El Consejo de Seguridad adoptó una resolución en 1993 en la que creaba cinco zonas seguras . Todas fueron atacadas repetidamente; una de ellas, Srebrenica sufrió un genocidio: 8.000 varones asesinados en tres días de julio de 1993. No es el único caso de política desastrosa, casi criminal de la ONU y la Otan en beneficio de sus propios intereses. Opinión libre de los especialistas de Jordiweb.
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