Sin casa, sin curro, sin pensión, sin miedo, miles de de jóvenes y estudiantes que recorren las calles Pinamar y Mar del Plata, en el verano de Argentina, país sin futuro, son mayoría, ya se les ha permitido todo hasta votar, y eso no nos parece razonable. Aquí está la juventud precaria, gritan y se muestran solos y sin desparpajo, durante el día en las playas y en la noche en los boliches. La mayoría son menores de 16 años.
Los jóvenes, piden cada día mas libertad y se alejan mas pronto de sus hogares y de la vigilancia de los padres. Advierten que "esta crisis" que ha comenzado en el mundo con el siglo XXI no la pagan ellos. Los jóvenes de todo el mundo están viviendo esta nueva era de las redes sociales y globalización de forma muy parecida en todo el mundo. Era que a la sazón comenzó con el nuevo siglo. Esto se nota mucho y sobretodo en países del tercer mundo, no se hacen responsables del pasado, ni del futuro y a la mayoría solo le importa vivir el presente.
Bueno eso de por si no es malo, el presente es lo único que existe, pero la juventud debe ser encauzada y controlada, para que no se pierda en malos ejemplos. Así ese descontrol sin vigilancia los lleva a la violencia, la droga y se acostumbran solo a vivir de sus padres, o de planes sociales.
Los padres, tienen la obligación de hacerse responsable de las acciones de sus hijos hasta la "mayoría de edad". Esto funciona bien en los países ordenados, y con leyes que se respetan. Pero en países marginales, carentes de educación, salud, justicia y seguridad, como Argentina lamentablemente los padres no pueden "lavarse las manos". Aunque deberían porque muchos con su ejemplo parece que las tienen muy sucias.
Dr. Jordi Becerro, para Jordiweb.
