TUS ACTOS DE HOY DECIDIRAN TU VIDA MAÑANA
El mayor error del ser humano consiste en pensar que todo ocurre porque si, y algunos aun mas, los que dirigen a veces piensan que las cosas se arreglan también de forma mágica o automática. Por eso algunos países u hombres/mujeres ricos son pobres, porque los pobres de espíritu, son muertos que caminan.
Yo les voy a contar un cuento, un cuento contado por mi abuela y que puede ser un argumento de la mejor película de amor. Si Mi abuela la Floriana un Ícono de La Alberca hoy un pueblo turístico y patrimonio de la humanidad, pero otrora en el siglo 18 y 19 tierra de pastores y agricultores la mayoría de origen Celta y donde los Moros no llegaron.
“Había una vez en el pueblo un joven que pedía limosnas de casa en casa y tocaba los sábados su guitarra en la plaza, con el objeto de pagar sus estudios de medicina.
Una tarde cansado de tocar de puerta en puerta, pidiendo una moneda, se dio cuenta que el hambre lo vencía. Entonces se animó y en el próximo portal decidió no pedir dinero sino comida. Toco y vio salir a una hermosa jóven, casi de su edad o menos que le dijo:
- Necesitáis algo?
Al verla tan hermosa, le dio vergüenza pedir comida y solo dijo.
- Si, si tenes un vaso de agua te lo agradeceré. Estoy muerto de sed.
Ella al verlo realmente cansado y presumiendo que tenia hambre, le dio un vaso de leche y un trozo de pan.
- Lo bebió y comió lentamente, y cuando finalizo le dijo:
- Cuanto te debo?
- Nada, mi abuela me enseño que no se debe cobrar por la caridad, ayuda, o gestos que uno hace por la voluntad de servir al prójimo, porque dar es dar, simplemente eso. Y solo Dios debe saber nuestros gestos de bondad.
- Pues te lo agradezco de corazón.
Jordi Cilleros, estaba ya resignado y había perdido sus fuerzas, pero la leche y sobretodo el gesto, levantó su fe, su agradecimiento a Dios, y sobretodo fortificó su espíritu para seguir adelante en busca de su meta.
A los cinco años, esta joven se enfermó gravemente y los médicos del pueblo, no daban con la tecla y ella enfermaba cada día mas, con lo que decidieron trasladarla a la ciudad de Salamanca.
La recibieron los médicos de turno y no entendían que realmente tenía, pero estaba débil y su pronóstico era reservado. En esa época, muchas enfermedades comunes hoy día, eran mortales, no existían antibióticos ni remedios variados. Consultaron con el Jefe del Área de las enfermedades infecciosas, el Dr. Jordi Cilleros y le contaron del caso de la joven del pueblo que habían recibido. Este de inmediato, reconociendo el pueblo, su pueblo, y se dirigió presuroso al lugar donde se encontraba internada la joven.
Al verla inmediatamente la reconoció y se dedico íntegramente a tratar de salvar su vida. Día y noche y estudio y estudio, pruebas y pruebas, y al final pudo salvar la vida de la joven y después de tres meses de internacion, análisis, vitaminas, y tratamiento diferencial, estaba lista para retirarse sana y salva como él la había conocido.
Cuando sus parientes, fueron a pedir la cuenta a la administración, se enteraron que ya haba sido cancelada, en su lugar, solo recibieron un sobre del Dr. Jordi Cilleros que había pagado todo, y habia dejado una carta para que se la entreguen personalmente a la joven.
Cuando esta la recibió, la abrió con intriga.
La carta decía lo siguiente. “ La factura de este tratamiento ha sido totalmente pagada. Si y por ti, con un vaso de leche y un pedazo de pan hace unos años atrás en el portal de tu casa. Dr. Jordi Cilleros.”
La joven no pudo resistir caer en llanto y agradeció a Dios por haber manifestado su presencia por un simple acto de caridad por ella realizado.
Antes de partir del hospital, quiso agradecer personalmente al Dr. Jordi Cilleros.
El la recibió en su despacho. Ella se veía hermosa y deslumbrante y el parecía para ella como un Diós, sentado en su escritorio vestido de blanco.
- Dr., Vengo a agradecer todo lo que Ud, ha hecho por mi y su gesto de recordar mi simple limosna me ha impresionado. No puedo permitir que además de salvarme la vida corra Ud., corra con los gastos que yo aunque con esfuerzo y ayuda de mi familia le puedo pagar.
- Es que ya tu me has pagado, y por tanto no me debéis nada, tu misma me enseñaste que no se debe cobrar por la caridad, ayuda, o gestos que uno hace por la voluntad de servir al prójimo, porque dar es dar, simplemente eso. UNA VOLUNTAD PERSONAL!
- Lo que haces hoy, puede hacer la diferencia en tu vida mañana.
- Ve con Dios. Y que Dios te bendiga!
Ella se le acerco y lo beso apasionadamente y allí surgió un amor que finalizo en la boda mas recordada en ese pueblo lejano de la Pcia de Salamanca. SI EN MI TIERRA LA ALBERCA!”
UN CUENTO DE JORDI. Léanlo en PARA PENSAR Y MEDITAR de MI BLOGER.
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