Habia una vez en un lugar como cualquiera de clase media y trabajadora, en donde uno de dos grandes amigos se decide llamar al otro para comentarle en suma reserva, que esta padeciendo una grave enfermedad, que le deben hacer quimioterapia y que ya se veía mas cerca del arpa que del violín.
Obviamente el amigo, le trató de levantar el ánimo, diciéndole que piense en positivo, que la ciencia hoy en día hace milagros y que va a poder salir adelante, con fe y con la ayuda de dios. Sin embargo ambos como personas inteligentes sabían que estaban frente a un cuadro sorpresivo y grave.
En la conversación, el amigo enfermo dijo algo que impacto al que estaba siendo informado: “ Te agradezco tus palabras de animo, luchare, como taurino no soy huso fácil de roer, y lo mas mas importante es que ya casi a los 70 años te puedo afirmar tengo una familia que me apoya, me ayuda y es la razón de mi vida.”
Esto es lo que deseo recalcar en este pequeño cuento, dado que el amigo del enfermo, el que recibió la noticia, taurino también, alguna vez tuvo familia, es mas se enfermó por exceso de trabajo para darle todo a su mujer e hijos, hoy vive solo porque los hijos educados en los mejores colegios y universidades lo abandonaron sin sentido al igual que su mujer. Sabedor que los hijos no le pertenecen a sus padres siempre los dejó ser libres y que buscaran su destino, como el que hoy gracias a sus ángeles esta de novio con una mujer taurina también y que le da fuerzas para vivir. Pero le ha quedado marcado a fuego esas simples palabras. SE QUE ME VOY A MORIR PRONTO, PERO TENGO FAMILIA. Simples palabras olvidadas en la sociedad moderna.
Basado en la realidad.
UN CUDENTO DE JORDI.
