DEL ARCON DE LOS RECUERDOS.
Lo que me pasa a mi, es que no vivir tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco, me parece imposible de cumplir, por la educación recibida. Tal vez no es la primera vez que lo escuchen, muchos han hablado de lo mismo. Yo lo haré a “mi manera” y basado en lo leído y aprendido en mis tiempos.
Recuerdo, cuando con mi mujer, lavábamos los pañales de nuestros hijos, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Eso se hacía desde la época de la “abuela” y luego llego la pañalera que te evitaba el trabajo del planchado y lavado, pero los pañales de tela existían. Nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales. Y ojo a nosotros, porque aún no cumplimos los 85 o estamos bien de salud, gracias a Díos.
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos y andamos hoy día por las calles guardando los desechos en el bolsillo, mientas ellos tiran descaradamente todo en las aceras.
¡¡¡No!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, el tiempo me pasó por arriba y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades. Y el auto, bueno para eso me ofrece crédito a diario. Y lo podría hacer, si no fuese que uno se ata a los recuerdos. Y para que cambiar un auto que anda bien, y esta nuevo? Aun, ¡Guardo los vasos desechables! ¡Lavo los guantes de látex, cuando pinto, que eran para usar una sola vez! ¡Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plástica de los pollos! ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!¡Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!¡Es más!¡Se compraban para la vida de los que venían después! Yo construí la casa, para la familia y hoy vivo solo. Con mis hijos por el mundo y con mi mujer en su mundo. En mi época, la gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas de lozas, resulta que en nuestra, familia hemos tenido más autos que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladeras y televisores y electrodomésticos a doquier. Hombre!. ¡¡Nos están fastidiando! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Nos quieren convertir en masa. No quieren que seamos individuos. Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica. Pones un video en la grabadora y te lo devuelve “diciendo esta grabadora no acepta discos de esa clase. Claro Hombre! son nuevos y de los otros no hay, pues ya han dejado de fabricarse. Entonces, no os queda remedio, a cambiar el video. Porque no se repara.¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de de zapatos finos? ¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando somieres casa por casa? ¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista? ¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros? Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más basura. El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad. El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el basurero!!¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de 60 años! Mi abuela le daba todo a las gallinas. Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos. No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan. Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. De 'por ahí' vengo yo. Y no es que haya sido mejor. Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo', pasarse al 'compre y tire que ya se viene el modelo nuevo'. O espera “pa.” no compres ese video que ya sale la nueva. Y entonces, que hago con el viaje,? lo filmo con el dedo? O es que después inventarán la maquina que poniendo el dedo. Sale el video por un GPS o algo similar. Mi cabeza no resiste tanto. Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre. Pero me voy adaptando. Soy duro de matar. Ya cambié la mujer, la filmadora la video la pc y sobre todo y lo mas importante me he cambiado el nombre. Ahora en vez de Jorge soy Jordi. Hombre! Que esfuerzo, me lo he cambiado, pero los demás me dicen Jorge. No entienden, entonces para que cambiar. Unos entienden otros no. Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar, guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo? ¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron? Eso lo he escuchado muchas veces y a muchos filósofos, como yo, pero no me convence. En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos.¡¡Cómo guardábamos! Lo que tal vez alguna vez volviéramos a usar o lo que nunca usaríamos mas. Por eso tengo al “Galpón” atestado de cosas que ya no sirven mas. En nuestra época, las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!!! ¡Hoy solo lo usan en las pescaderías de las ferias! Porque ya las noticias se leen por Internet o se ven en TV en directo y el papel es de lujo. Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los cuentagotas de los remedios por si algún medicamento no traía el cuentagotas y yo ¡hasta las tarjetas de crédito vencidas para que mis nietos alguna vez jugaran con ellas.! Tengo desde mi primer Credencial, La llegaron a conocer? Y sobres del Banco Alas, para ahorras dinero y usarlos para mandar cosas. Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!! Ni al Chavo. Y a eso me aferro aunque me digan viejo.! Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella. Tengo un jarrón lleno en casa. Aclaro, “minga” “pindonga” y tantas otras palabras borradas del idioma actual. Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables. La ética palabra desconocida y la moral confundida entre la gente. Te acostaste 3 veces con una mina y seguís. En cualquier momento perdéis. Las Minas de hoy están en el “TOUCH and GO” y si no sabes que significa ese nuevo estilo de vida es que verdaderamente estáis para el geriátrico. Hombre!!! Si hoy las mujeres se levantan a los hombres. Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo y glamour, que a los sabios, intelectuales o científicos a los que se explota como obreros. Hoy poner el culo, no precisamente en un escritorio es lo que cotiza el “valor de una secretaria”. Un Buen “Culo” vale por 10 cerebros. Eso si lo sabías verdad? Esto sólo es una crónica que habla de sesenta años de cambios. En lo material y de una decadencia intelectual, que ha convertido al individuo en masa. Ya no se necesita pensar, Todo esta hecho. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riego de a veces “no entender”, pero entiendo, porque aunque les parezca mentira a mí el “zapallo” me funciona muy bien. Perdón hijos míos. Herencia les voy a dejar, de todo tipo.
Una Meditación de JORDI.
Del “Arcón de los Recuerdos”
De lo aprendido, leído y vivido.
Lo que me pasa a mi, es que no vivir tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco, me parece imposible de cumplir, por la educación recibida. Tal vez no es la primera vez que lo escuchen, muchos han hablado de lo mismo. Yo lo haré a “mi manera” y basado en lo leído y aprendido en mis tiempos.
Recuerdo, cuando con mi mujer, lavábamos los pañales de nuestros hijos, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Eso se hacía desde la época de la “abuela” y luego llego la pañalera que te evitaba el trabajo del planchado y lavado, pero los pañales de tela existían. Nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales. Y ojo a nosotros, porque aún no cumplimos los 85 o estamos bien de salud, gracias a Díos.
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos y andamos hoy día por las calles guardando los desechos en el bolsillo, mientas ellos tiran descaradamente todo en las aceras.
¡¡¡No!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, el tiempo me pasó por arriba y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades. Y el auto, bueno para eso me ofrece crédito a diario. Y lo podría hacer, si no fuese que uno se ata a los recuerdos. Y para que cambiar un auto que anda bien, y esta nuevo? Aun, ¡Guardo los vasos desechables! ¡Lavo los guantes de látex, cuando pinto, que eran para usar una sola vez! ¡Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plástica de los pollos! ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!¡Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!¡Es más!¡Se compraban para la vida de los que venían después! Yo construí la casa, para la familia y hoy vivo solo. Con mis hijos por el mundo y con mi mujer en su mundo. En mi época, la gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas de lozas, resulta que en nuestra, familia hemos tenido más autos que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladeras y televisores y electrodomésticos a doquier. Hombre!. ¡¡Nos están fastidiando! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Nos quieren convertir en masa. No quieren que seamos individuos. Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica. Pones un video en la grabadora y te lo devuelve “diciendo esta grabadora no acepta discos de esa clase. Claro Hombre! son nuevos y de los otros no hay, pues ya han dejado de fabricarse. Entonces, no os queda remedio, a cambiar el video. Porque no se repara.¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de de zapatos finos? ¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando somieres casa por casa? ¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista? ¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros? Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más basura. El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad. El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el basurero!!¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de 60 años! Mi abuela le daba todo a las gallinas. Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos. No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan. Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. De 'por ahí' vengo yo. Y no es que haya sido mejor. Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo', pasarse al 'compre y tire que ya se viene el modelo nuevo'. O espera “pa.” no compres ese video que ya sale la nueva. Y entonces, que hago con el viaje,? lo filmo con el dedo? O es que después inventarán la maquina que poniendo el dedo. Sale el video por un GPS o algo similar. Mi cabeza no resiste tanto. Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre. Pero me voy adaptando. Soy duro de matar. Ya cambié la mujer, la filmadora la video la pc y sobre todo y lo mas importante me he cambiado el nombre. Ahora en vez de Jorge soy Jordi. Hombre! Que esfuerzo, me lo he cambiado, pero los demás me dicen Jorge. No entienden, entonces para que cambiar. Unos entienden otros no. Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar, guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo? ¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron? Eso lo he escuchado muchas veces y a muchos filósofos, como yo, pero no me convence. En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos.¡¡Cómo guardábamos! Lo que tal vez alguna vez volviéramos a usar o lo que nunca usaríamos mas. Por eso tengo al “Galpón” atestado de cosas que ya no sirven mas. En nuestra época, las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!!! ¡Hoy solo lo usan en las pescaderías de las ferias! Porque ya las noticias se leen por Internet o se ven en TV en directo y el papel es de lujo. Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los cuentagotas de los remedios por si algún medicamento no traía el cuentagotas y yo ¡hasta las tarjetas de crédito vencidas para que mis nietos alguna vez jugaran con ellas.! Tengo desde mi primer Credencial, La llegaron a conocer? Y sobres del Banco Alas, para ahorras dinero y usarlos para mandar cosas. Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!! Ni al Chavo. Y a eso me aferro aunque me digan viejo.! Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella. Tengo un jarrón lleno en casa. Aclaro, “minga” “pindonga” y tantas otras palabras borradas del idioma actual. Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables. La ética palabra desconocida y la moral confundida entre la gente. Te acostaste 3 veces con una mina y seguís. En cualquier momento perdéis. Las Minas de hoy están en el “TOUCH and GO” y si no sabes que significa ese nuevo estilo de vida es que verdaderamente estáis para el geriátrico. Hombre!!! Si hoy las mujeres se levantan a los hombres. Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo y glamour, que a los sabios, intelectuales o científicos a los que se explota como obreros. Hoy poner el culo, no precisamente en un escritorio es lo que cotiza el “valor de una secretaria”. Un Buen “Culo” vale por 10 cerebros. Eso si lo sabías verdad? Esto sólo es una crónica que habla de sesenta años de cambios. En lo material y de una decadencia intelectual, que ha convertido al individuo en masa. Ya no se necesita pensar, Todo esta hecho. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riego de a veces “no entender”, pero entiendo, porque aunque les parezca mentira a mí el “zapallo” me funciona muy bien. Perdón hijos míos. Herencia les voy a dejar, de todo tipo.
Una Meditación de JORDI.
Del “Arcón de los Recuerdos”
De lo aprendido, leído y vivido.